miércoles, 22 de octubre de 2014



Título: La mecánica del corazón
Autor: Mathias Malzieu
Editorial: Reservoir Books. Mondadori
Páginas: 176
ISBN: 9788499083742

Sinopsis: En la noche más fría del siglo XIX, nace en Edimburgo, Jack, el frágil hijo de una prostituta. El bebé nace con un corazón débil y para salvarlo le colocan un reloj de madera al que habrá de dar cuerda toda su vida. La prótesis funciona y Jack sobrevive, pero debe respetar una regla: evitar todo tipo de emoción que pueda alterar su corazón. Nada de enfados, y sobre todo, nada de enamorarse. Pero Jack conoce a una pequeña cantante de ojos grandes, Miss Acacia, una joven andaluza que pondrá a prueba el corazón de nuestro tierno héroe. Por el amor que siente hacia la joven, Jack se lanzará a una aventura quijotesca que le llevará desde Edimburgo a París, a las calles de Granada, haciéndole conocer las dulzuras y durezas del amor.


Reseña: Mathias Malzieu es considerado por muchos como el Tim Buton de la literatura francesa, especialmente tras la publicación de sus tres últimas obras: «La mecánica del corazón», «La alargada sombra del amor» y «La metamorfosis del cielo». Esta trilogía, de inspiración gótica, versa sobre el amor en sus múltiples variantes y sus repercusiones en la vida de las personas que lo experimentan. En consecuencia, la sencillez e inocencia de sus argumentos ocultan, en realidad, historias de gran complejidad y una lectura que, obligatoriamente, debe realizarse en varios niveles si queremos alcanzar la plenitud del mensaje que esconden sus páginas.



La mecánica del corazón


El contenido de la historia no quiere más que hablarnos de la fragilidad del amor y de lo fácil que es quebrar nuestro corazón. A veces la apariencia o simplemente una persona que se entrometa, puede ser suficiente para desbaratar nuestra mecánica interior, de ahí que sea tan importante hacer frente a todas las olas que nos sobrevengan, tal y como actúa en su tramo final el protagonista de la historia. Y probablemente, a muchos les falle el resultado de la obra, pero su agridulce final está tan bien llevado, no solo con ternura, sino con elegancia, que nos dejará una leve sonrisa en el rostro aunque no deje de ser triste. El resultado es singular y probablemente por ello ésta película se encontrará entre las delicatessen de la animación.

martes, 17 de junio de 2014

I FERIA DEL LIBRO "RECICLADO"

En los días 22,23 y 24 de abril, se ha celebrado en nuestro Instituto la I Feria del Libro "reciclado" con el motivo de acercar la lectura a toda la comunidad educativa.

Junto a los libros reciclados que han sido aportados por los alumnos,as, padres y profesorado del Centro, hemos presentado muchas "novedades", así como los libros que más están siendo aceptados por los adolescentes en colaboración con la librería AMOFIC.
Dicha feria podemos considerarla todo un éxito por la aceptación y participación que ha tenido. Ha sido visitada por todos los alumnos del centro en horario de mañana, y se ha abierto dos tardes en horario de 5 a 7 para posibilitar la visita a toda la comunidad.
La feria contó para su inauguración con una Charla del profesor y escritor Coradino Vega, quien nos introdujo en el mundo de la escritura y de la lectura con la presentación de su segundo libro Escarnio.


jueves, 24 de abril de 2014

CARTEL I FERIA DEL LIBRO


Relatos cortos de nuestros alumnos

Antonio “el Veneno”



Hoy en la clase de 2º de ESO no estaba como siempre, hoy Antonio estaba gracioso. Él era un niño que a menudo estaba callado, pero no, él hoy estaba gracioso. Se metía con todo el mundo: que si a uno “mantecao”, que si al otro “mateo”... Nos quedamos todos con la boca abierta y callados, muy callados, y de repente se escucha una voz de fondo:

-Mira este que se mete con todo el mundo, y mira el que tiene que utilizar dos sillas para sentarse para que no se le salga el culo.

Pero yo le dije a Antonio que no le echara cuenta, que él estaba bien, que era muy exagerado.

-No le hacen falta dos sillas, con una y media basta. Qué exagerada es la gente, ¿eh, Antonio?

Como yo no le hiciera la pelota al armario empotrado ese, se metía conmigo. Ya no es que él estuviera gracioso un día, ya fueron todos los días... Yo cada vez me juntaba más con él en clase y tenía cada vez más confianza. Pero eso sí, sus galletas príncipe no había quien se las quitara. A todas horas se solía comer un paquete y medio. Al terminar la mañana se había comido una caja entera. Hasta que un día me dio por preguntarle:


-Illo, Antonio, a ti te gusta comer tela, ¿eh?

-Una mijilla.

-Una mijilla, una mijilla... Si eres igual que un pez, que no te acuerdas si has comido o no.

-Yo sí me acuerdo, lo que pasa es que quiero mantener mi línea.

-Po tu línea estrecha no está.

-Amos a ver, ¿tú tienes algún problema? Pues llama al equipo A.

-Pues llama al equipo A, pues llama al equipo A... -dije en un tono burlesco-. ¡Si los del equipo A están ya todos jubilados! Me parece que le temen más ahora a una inspección de Hacienda que al equipo A.

-Po no te vayas a creer tú, porque el otro día estuve viendo en la tele una película de unos notas que se van al campo a vivir, y los notas esos no sé si se murieron o se fueron porque mi madre lo quitó y puso Juan y Medio y me lo perdí.

-Tú, Veneno, ¿qué tiene que ver esto con el equipo A?

-Aaaah... Yo qué sé... Tú me has preguntado y yo te he respondido.

-Illo, Veneno, ¿qué haces con el estuche en la boca? Yo ya te temo, ¿eh, Veneno? Yo ya te temo... Cuando te veo digo: “ofú, ya está ahí el Veneno, vamos a cambiarnos de acera”. Ah, Veneno, me debes un sacapuntas, que me lo mordiste entero. Menos mal que he salido a mi madre, que a todo lo que ya no vale le da un nuevo uso. ¿Tú sabes la que le he liado al sacapuntas? Mira, echa cuenta, Veneno. ¡Illo, que eches cuenta, que no mires al cuarto de baño más! ¡Mira, echa cuenta!

-Que siiií... Aunque parezca que no, sí te estoy escuchando.

-Vale, mira. Yo, el otro día, cuando me mordiste el sacapuntas... ¿Tú te acuerdas de cuando me mordiste el sacapuntas?

-¿No me voy a acordar?, si te lo he mordido a primera hora...

-Ssssh, calla, que a ti nadie te ha preguntado. Mira, échame cuenta, yo con el sacapuntas que me mordiste, lo he pisado y le he sacado la cuchilla y la he metido en un rotulador. Tú te acuerdas del sacapuntas que me mordiste, ¿eh?

-Sí que me acuerdo.

-Mira el niño siempre interrumpiéndome... Nadie te ha preguntado para que respondas, ¿eh? Que te estás pasando ya, ¿eh, Veneno? Bueno, que me lías, pues me he cortado y me ha dicho mi madre que si sigo con la cuchilla esa que coge y me pela con ella. Sabiendo cómo pela mi madre, voy a parecer un callo malayo.

-Pues a mí me ha dicho mi padre que si sigo comiendo igual, me va a entrar colesterol, pero yo le he quitado la preocupación.

-¡Vas a comer más sano!

-¿Qué dices? Me tomo un Danacol todos los días, que no te enteras, que quiero mantener la línea...

-Aaaaaah, bien, bien... Nada, creía que ibas a ponerte a régimen. Illo, ¿tú te acuerdas del sacapuntas que me has mordido? ¿Eh? ¿Tú te acuerdas?


-Aaah, pues no me acuerdo.

-Qué mala memoria tienes, ¡si ha sido esta mañana a primera hora!

Este niño y sus cosas, que está más “cogío” que mi play... Bueno, mi play al menos hace ejercicio dos veces por semana...






José María Aranega 2º ESO C

miércoles, 5 de marzo de 2014

Un poema de amor

En cada noche del año
tu cuerpo me da calor,
en cada noche del año
tú me das amor.
Y yo ahora aquí
en mi habitación
llorando una pena,
llorando por tu amor.
Recordando esos momentos
donde estábamos los dos,
amándonos como nunca
nadie te amó.
Pero ahora sólo siento dolor,
ya que cada noche del año
no eras más que ficción
mientras tú me engañabas
y yo te daba mi corazón.
Pero sé bien, mi amor,
que aunque cometiste
ese acto de traición,
fuiste el único que
me hiciste sentir
esta gran pasión.
Ahora vete por ese callejón
por donde pasa mi alma,
mi vida y mi corazón.
Y, aunque dolida esté
y te odie con razón,
siempre recordaré
esas noches del año
donde tu cuerpo
era mi perdición.

Aguas Santas Robles Sarmiento 1ºB


Una carta de amor

TU PERSONA

Tu persona contra la mía inexperta, juntas en el destino de la vida. Fuiste mi amor de pequeño, ese amor infantil vivido entre nosotros. En el que todo eran sonrisas y te quería sin saber profundamente qué significa esta palabra y todo lo que ésta te hace saber.
Atrás dejaste en mi persona, no más grande e inexperta que ahora, buenos recuerdos. Dejemos el amor que creímos sentir, los besos, los momentos, los abrazos y a ti, la persona por la cual, después de todo, me gustaría tener entre mis brazos. Como la última vez, esa vez en la que mi vida cambiaría para siempre. Porque ya nunca será lo mismo, todo cambió.
Ahora te miro a los ojos y una respiración lenta y exhaladora se produce en mi pecho. Eres tú la persona por la que quedaba todo lo que estuviera en mi mano, porque la vida te volviera a poner en mi camino, tú me hacías sentirme mejor. Todo a tu lado iría bien y, como tú afirmabas, afrontaríamos los obstáculos que el tiempo pusiera en nuestro camino.
Ya no queda nada, ando buscándote por la calle, deseo encontrarte a mi lado en cada verso, en cada esquina. Deseo mantener la mínima conversación contigo, con la que tanto hablaba antes y a quien tanto añoro ahora.
Ahora te veo andar con otro y me pregunto si seguirás siendo feliz, si seguirás siendo tan especial como yo te recordaba.

RAFAEL RODRÍGUEZ GONZÁLEZ 1ºC


miércoles, 19 de febrero de 2014

Microrrelatos de nuestros alumnos



La boda de 1896
                Corría el año 1896, cuando en el instituto nº 3 de Villarobledo, una chica llamada Montse, se enamoró perdidamente de un chico recién llegado. A las amigas no les hizo mucha gracia que se enamorara así de un chico tan raro, era muy alto y bastante pálido, pero Montse no les hacía caso.
                Dos meses después Montse le mandó una carta de amor al chico en la que decía:
“Desde que llegaste me fijé en ti, no sé porqué, pero eres una atracción fatal que hace que mi corazón lata a 100 por hora. Te quiero.
Fdo. Montse”
                El chico le correspondió en amores, pero las amigas de Montse no lo tenían tan claro. Ellas le advertían que no fuera tan rápido, que ese chico era muy raro, nadie sabía donde vivía ni nadie sabía a donde iba después de clase.
                Las amigas de Montse para asegurarse de que todo marchaba bien, siguieron a ese chico hasta su casa pero, para su sorpresa, se fue al cementerio, donde desapareció detrás de unas tumbas. Las amigas de Montse corrieron a decírselo, pero era de noche y decidieron esperar a mañana.
                Dos murieron asfixiadas en la cama, a otra la atropelló un camión cuando se dirigía corriendo a casa de Montse y la otra todavía está en coma. Ninguna ha podido decírselo todavía.
                Montse siguió viéndolo y se casó con él. A la boda no fue ningún familiar suyo y jamás pudieron tener hijos, pero Montse siempre le decía “Te quiero”.
                Una mañana, Montse salió a comprar pan y vio policías alrededor de su casa, todos los vecinos habían sido asesinados aquella noche y,  para sorpresa de Montse, había escrito en su casa con sangre:
“Desde que llegaste me fijé en ti, no sé porqué pero eres una atracción fatal que hace que mi corazón no lata más”
                Montse se asustó muchísimo. A la mañana siguiente se la encontraron muerta en su casa, su marido había desaparecido y tan solo faltaba la carta de amor de Montse a su marido.

                                         Vanesa Hoyo Bautista 1º B

jueves, 13 de febrero de 2014

Ganadores del concurso San Valentín 2013-2014

Ganadores del primer ciclo (1º y 2º de ESO)

1º Premio:  Nieves María Navarrete López 2º C  Poema

2º Premio: María Reyes Casado Ruíz   2º ACarta


Ganadores del segundo ciclo (3º y 4º de ESO)

1º Premio: Mayte Van Loy Estero 3º C  Carta

2º Permio: Raúl Rodríguez Arias 4º C Carta

martes, 4 de febrero de 2014

Relatos cortos de nuestros alumnos

Las aventuras de Trimán

Trimán era una persona distinta a los demás. Cuando nació, los médicos se quedaron sorprendidos. Tenía tres cabezas y seis brazos. Durante toda su infancia, Trimán no pudo salir a la calle con libertad porque le insultaban, le tiraban piedras y se burlaban de él.
   Con el paso de los años fue creciendo desproporcionadamente, hasta alcanzar un tamaño sobrehumano y, un día como otro cualquiera, se cansó de ser el centro de todos los dardos. Invadido por la furia y la tristeza, comenzó a destrozar escaparates, a arrancar papeleras, tumbar árboles y levantar coches como un gigante deformado. Dicen los testigos que, mientras destruía la ciudad, se les escapaban las lágrimas. Ni el ejército pudo con él. Tuvieron que tenderle una emboscada. La policía contrató a una bella joven que le sedujo e inyectó un potente somnífero.
   Lo transportaron a la abandonada cárcel de Alcatraz, situada en la bahía de San Francisco. Allí, abatido por la soledad, al cabo del tiempo comprendió que si la ira destruye, la única forma de reparar el daño era prestando su ayuda a los demás. ¿No sería maravilloso contribuir a crear un futuro más justo y libre para todo el mundo?
    Entonces Trimán llegó a un acuerdo con el ejército de los EE.UU., y se convirtió en el más valioso agente para combatir a las fuerzas del mal. Se disfrazaba camuflando sus malformaciones y, de esta forma, arrestó a ladrones, salvó vidas, ayudó a los niños necesitados y hasta desarmó un misil nuclear que iba por el cielo. Un día, un periodista intrépido descubrió su secreto. A partir de ese momento tanto la prensa como la televisión se hicieron eco de sus innumerables hazañas. Todo el mundo quería a Trimán. Su imagen aparecía en los envases de leche, en las estaciones de bus y hasta se fabricaron peluches y muñecos llamados con su nombre.
    La última misión no era la más complicada. Sin embargo, su desenlace fue fatal. Una familia denunció el secuestro de su hijo. Apenas lograron reunir el dinero para su rescate. Trimán solo tenía que actuar de intermediario, pero cuando se encontraba cara a cara con el malhechor, reconoció a su viejo enemigo Trevor, el vecino que durante su niñez le tiraba piedras. Un dolor agudo le atravesó el pecho de lado a lado. Entonces, sujetando con un brazo el maletín de dinero y liberando con otro al pobre niño, utilizó uno de los que le sobraban para quitarse la máscara.
         -¿Te acuerdas de mí, Trevor?-dijo Trimán.
   A Trevor empezaron a temblarles las piernas, a chirriar los dientes y, con su mano nerviosa, sacó el arma y disparó cerrando los ojos en el corazón de Trimán. Malherido, nuestro héroe cogió en brazos al chico y, protegiéndole con su enorme espalda de los tiros que seguía dando Trevor, lo condujo a un lugar seguro, sano y salvo. Cuando llegó la ambulancia, Trimán había dejado de respirar.
    La conmoción de la ciudad fue tremenda. Todos sus habitantes acudieron al funeral. El alcalde cambió el nombre de la avenida principal por el de “SAN TRIMÁN“. Y si algún día llegas por el mar a la bahía de San Francisco, justo debajo del enorme puente rojo llamado Golden Gate, podrás admirar la hermosa estatua de tres cabezas y seis brazos que reluce como el oro cuando, al caer la tarde, le dan los últimos rayos de sol.

(Cuento elaborado por los alumnos del grupo flexible de Lengua de 2º A-B a partir de una idea original de José María Carrizosa.)








martes, 14 de enero de 2014

Escritos de nuestros alumnos

                                     Libre de ti
Paseaba de la mano de la soledad aunque a veces deseaba pasear de tu mano. El paseo se tornaba vacío y , al igual que los pasos que iba dando, se desmoronaba el camino.
   Me senté bajo el gran olmo y contemplé el pasar de un pajarillo. Se posó sobre mi hombro y así, y aun sabiendo que no podría entenderme, le dije "tú, tan libre, tan despreocupado ¿cómo haces para ser así? Enséñame a volar, te lo suplico, quiero estar lejos de aquí olvidarme de todo. ¡olvidarme de mí! Quisiera ser libre de su mirada y quizás así, hoy, por ejemplo, no estaría aquí hablando contigo".

                                           Reyes Casado Ruiz  2º A