jueves, 21 de noviembre de 2013

Una noche interminable

   Un día me desperté por una luz muy extraña que me daba en la cara ¡era la luz de mi cuarto!. "Maldita" luz que me despertó de mi sueño. Estaba soñando con mi fruta preferida "melones" y con extraterrestres que me querían "mangar" mis meloncitos. ¿Qué me iban a robar mis adorables melones? ¡Pues no!....estaba yo con una angustia... Entonces el sueño volvió a apoderarse de mi y me volví a quedar dormida cuando, de repente, escuché un ruido en la cocina ¡"Ojú", ahora sí que son los extraterrestres! ¡Y ahora sí que no lo estoy soñando! Me acerqué sigilosamente a la cocina y allí estaba el extraterrestre a oscuras. Por su silueta era alto, gordo y cabezón, encendí la luz y...¡allí estaba!.... Vamos, allí estaba mi padre hartándose de comer ¡no come "na"! Y me dice con la boca llena:
- ¿"Po" tú no tenías que estar "acosta"?
   Yo me volví a ir a mi cama, pero no pasó ni una hora cuando un pitido constante me desveló. Yo con un ojo entreabierto me dije a mí misma: "mira si son los extraterrestres que se coman mis melones y me dejen dormir ya". Pero este no iba a por los melones, ¡qué va!, este venía a por mí, me agarró por los brazos y zarandeándome me gritó fuertemente:
- ¡¡¡Niña!!! ¿no escuchas el despertador?, ¡¡¡Vas allegar tarde al instituto!!!

                          Vanessa Hoyos Bautista 1ºB

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