miércoles, 13 de febrero de 2013

Relatos cortos de nuestros alumnos


El heredero de Papá Noel

   Todos los alumnos de 1º A pidieron lo mismo a Papá Noel, excepto  Aranega, que pidió a la teacher de Lengua que le pusiera un 5 en vez de un 9 en Lengua.
   Al fin, empezó la navidad, los niños tó felices, las tiendas se decoran, el Pepe decora la frutería, el Quique se pone a tirar petardos, las viejas sacan las sillas a la puerta pá cotillear todo lo que hay en la calle y tó eso es lo que pasa el primer día de navidad. Al día siguiente dos yonco amigos se llegaron a mi casa a las 12:00 de la mañana, a las 12:15 ya estábamos en casa de otro yonco amigo y a las 12:20 ya estábamos en los coles, como es habitual. El yonco amigo Villa dijo:
-      Quillo, ¿ustedes qué vais a pedirle a Papá Noel?
     El yonco amigo Casti dijo:
-        Yo dinerito.
-        ¿Y tú Porrito?
-        Yo, dinerito también.
-        ¿Y tú José María?
-        Yo dinerito también 
-   ¿Y tú Villa?
-        Yo, el castillo de PlayMovil con el dragón, está tó potén.
Nos quedamos pinchaos, pero Villa saltó:
-        No hombre, ¡os lo habéis creído!, el dragón no viene incluido.
  Y se puso allí, solo, a reír sin parar. Nos fuimos y lo dejamos allí, menos mal que le pusimos unos cachos de migajones de pan pá que estuviesen al lado suya los gorriones.
   Por fin 24, los yonco amigos iban a tener sus regalos, el dinerito y el castillo de PlayMovil. Los yonco amigos volvieron a mi casa. A las 6 hicimos lo mismo de siempre, nos fuimos a las 9 dejando al Villa con cachos de chorizo pá que jugasen los perros con él, porque por la noche muchos gorriones como que no hay.
   Mi familia, incluido yo, comimos en mi casa, escuchamos un ruido fuerte en la azotea, era Papá Noel. Fui corriendo hacia él y me quedé pinchao, estaba tirao y con un cartón de vino a la mitad y me dijo:
-        Llama a tus yonco amigos y repartís los regalos, ¡ah!, toma tu dinerito, 5 $, niño estamos en crisis; si no lo quieres me lo gasto yo en un vinito.
-        Vale, vale, repartiré los regalos a todos los yonco niños del mundo.
  Al día siguiente, todos felices con regalos, excepto Papá Noel, que le dio un infarto; ahora yo soy el nuevo Papá Noel.

                                      José María Aranega, 1º ESO

No hay comentarios:

Publicar un comentario